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10 mejores prácticas para una Gestión de Problemas efectiva

La Gestión de Problemas es el proceso que identifica y resuelve las causas raíz detrás de los incidentes en IT. Es una práctica clave dentro de la Gestión de Servicios de IT (ITSM, por sus siglas en inglés), ya que se enfoca en entender por qué ocurren los incidentes y en asegurarse de que no vuelvan a suceder.

Así que, si estás cansado de resolver los mismos problemas de IT una y otra vez, tal vez sea momento de tomarte en serio la Gestión de Problemas.

Con años de experiencia en el área, he visto de primera mano cómo una Gestión de Problemas efectiva puede transformar las operaciones de IT. En este artículo, te voy a compartir prácticas concretas para que puedas implementar esta disciplina de forma realmente efectiva.

1. Sé proactivo, no sólo reactivo

Pasar de un enfoque reactivo a uno proactivo en la Gestión de Problemas es una de las formas más efectivas de reducir incidentes recurrentes y evitar innecesarios tiempos de inactividad.

En lugar de esperar a que los problemas generen interrupciones, la Gestión de Problemas proactiva se enfoca en identificar y resolver las causas raíz antes de que afecten a los usuarios.

Puedes revisar tendencias de incidentes para detectar patrones, conversar con el service desk para identificar puntos de dolor recurrentes y utilizar herramientas de monitoreo para detectar anomalías a tiempo. Organizar sesiones informales y periódicas de “búsqueda de problemas” ayuda a fomentar una cultura de prevención. Incluso dedicar una pequeña parte del tiempo al análisis proactivo puede tener un gran impacto.

“No podemos resolver todo de una vez. Empieza por algo pequeño: incluso sólo dos semanas de datos de incidentes pueden mostrarte los patrones y los puntos críticos que necesitas abordar.”

Brian Skramstad – ITSM Principal en Allianz Technology

Episodio 17 de Ticket Volume

2. Define roles y responsabilidades claras

La Gestión de Problemas no funciona si no hay nadie realmente a cargo. Ya sea que cuentes con un gestor de problemas dedicado o distribuyas el trabajo entre varias personas del equipo, es fundamental definir quién hace qué, de forma clara y desde el inicio.

Alguien debe ser responsable del proceso en general y asegurar que los problemas se registren, prioricen y gestionen correctamente. Esta persona debe, además, actuar como punto de coordinación entre los equipos. 

En equipos pequeños, una misma persona puede asumir varios roles, y eso está bien, siempre que las responsabilidades estén bien definidas. En entornos más grandes, los roles pueden dividirse entre especialistas. Lo más importante es que la asignación de responsabilidades sea clara, visible y esté respaldada por las herramientas que utilicen.

Contar con una persona responsable asegura la rendición de cuentas, evita que los problemas se pierdan en el camino y fomenta los procesos de mejora continua.

3. Mantén el enfoque alineado con ITIL, pero flexible

ITIL ofrece un marco ITSM para la Gestión de Problemas con roles, etapas y una terminología bien definida, lo que facilita estructurar el proceso y conectarlo con otras prácticas como la Gestión de Incidentes o la Gestión de Cambios.

Pero cuidado con convertir ese marco en burocracia. El objetivo no es seguir ITIL al pie de la letra, sino mejorar las operaciones de forma práctica y eficiente. Por eso, utiliza la Gestión de Problemas de ITIL como una guía. Habla el mismo idioma (problemas, soluciones temporales, errores conocidos), define un proceso claro pero simple, y enfócate en obtener resultados más que en cumplir formalidades.

En resumen, ITIL ayuda a dar estructura, pero no debería ser un obstáculo. Quédate con lo que funciona, simplifica lo que no, y asegúrate de que el proceso de Gestión de Problemas sea algo que tu equipo realmente quiera usar.

4. Haz del análisis de causa raíz un hábito

El análisis de causa raíz (RCA, por sus siglas en inglés) debería convertirse en una práctica habitual cada vez que enfrentes incidentes recurrentes o de alto impacto. El objetivo no es sólo aplicar una solución temporal, sino entender por qué ocurrió el problema en primer lugar y, de esa manera, evitar que se repita.

No siempre necesitas hacer una investigación forense compleja; en muchos casos, técnicas simples como los 5 Porqués, un diagrama de Ishikawa (o de espina de pescado), o una sesión de lluvia de ideas enfocada con las personas adecuadas son más que suficientes.

La clave está en aplicar el análisis de manera constante, documentar los hallazgos y retroalimentar el proceso de Gestión de Problemas para que cada resolución te acerque un paso más a una estabilidad a largo plazo.

5. Documenta los errores conocidos y las soluciones temporales

Como mencionamos antes, no todos los problemas se resuelven de inmediato. Cuando ya has identificado la causa raíz pero necesitas más tiempo (o una solicitud de cambio) para aplicar una solución permanente, puedes adelantarte y asegurarte de registrarlo como un error conocido. 

Esto permite que el service desk responda más rápido a incidentes relacionados y reduce la frustración de los usuarios. Una Base de Datos de Errores Conocidos (KEDB, por sus siglas en inglés) bien mantenida se convierte en una de las herramientas más valiosas para acelerar los tiempos de resolución y reducir la presión sobre el equipo de soporte.

6. Usa automatización siempre que sea útil

La Gestión de Problemas incluye muchas tareas repetitivas (vincular tickets, recopilar registros, asignar problemas), que la automatización puede aliviar significativamente. La mayoría de las herramientas ITSM ya ofrecen funcionalidad de este tipo que permiten detectar patrones (como múltiples incidentes relacionados), generar alertas, asignar tareas o incluso actualizar registros de manera masiva.

Automatizar estos pasos rutinarios reduce el esfuerzo manual, acelera el proceso y disminuye el riesgo de que algo se pase por alto.

7. Incorpora la IA al proceso

La inteligencia artificial (IA) no resolverá los problemas por ti, pero sin duda puede ayudarte a llegar más rápido a la solución. Desde identificar tendencias en los registros hasta detectar posibles causas raíz, la IA puede analizar grandes volúmenes de datos y resaltar lo más relevante. Algunas herramientas incluso sugieren soluciones basadas en incidentes anteriores o advierten sobre problemas potenciales antes de que ocurran.

Y del lado del service desk, las sugerencias impulsadas por IA pueden guiar a los agentes hacia errores conocidos o soluciones temporales mientras registran incidentes, alimentando directamente tu proceso de Gestión de Problemas.

8. Elige una herramienta que se adapte a tu flujo de trabajo

Tu proceso de Gestión de Problemas será tan efectivo como la herramienta que lo respalde. Una solución dedicada de Gestión de Problemas o un software ITSM debería apoyar tu flujo de trabajo, integrarse sin problemas con la Gestión de Incidentes y la Gestión de Cambios, y facilitarle el trabajo a quienes estén involucrados.

Si todavía estás usando hojas de cálculo y cadenas de correos, probablemente sea momento de modernizar tu proceso. Herramientas como InvGate Service Management ofrecen una solución integrada y alineada con ITIL que simplifica el seguimiento de problemas, vincula tickets relacionados y ayuda a tu equipo a ser más proactivo, todo sin la complejidad de un sistema empresarial pesado.

9. Revisa y aprende de los problemas cerrados

Cerrar un ticket de problema no debería marcar el final del proceso. Vale la pena dedicar unos minutos a una revisión rápida posterior a la resolución: analizar qué lo causó, qué funcionó bien, qué no, y qué se podría mejorar para enfrentar situaciones similares en el futuro.

Estas revisiones no tienen que ser formales ni llevar mucho tiempo, pero son muy valiosas para detectar fallas en los procesos, mejorar las estrategias de respuesta y prevenir que el mismo problema vuelva a ocurrir.

“Si quieres tener buenos datos, necesitas valorar los datos. Muéstrales a los agentes que el tiempo que dedican a documentar los tickets realmente se traduce en mejoras.”

Brian Skramstad – ITSM Principal en Allianz Technology

Episodio 17 de Ticket Volume

10. Mantén una comunicación abierta y transversal

Los problemas de IT rara vez se limitan a un sólo equipo; a menudo afectan múltiples sistemas y áreas. Por eso, una comunicación clara y constante es esencial. Asegúrate de que los equipos de redes, infraestructura, seguridad y aplicaciones trabajen de forma coordinada, y no en silos.

Promueve la colaboración entre equipos, el intercambio transparente del estado de los problemas y reuniones periódicas (aunque sean breves) para mantener a todos en sintonía. Cuando hay comunicación y trabajo conjunto, los problemas se resuelven más rápido, y tu cultura de TI se fortalece y se vuelve más cohesionada.

Hernan Aranda
Hernan Aranda
30 de abril de 2025