La solución no-code más flexible de Gestión de Servicios
¿Qué es la Gestión de Problemas?
La Gestión de Problemas es el proceso de identificar y solucionar las causas raíz de los incidentes en IT. En lugar de simplemente resolver los problemas a medida que aparecen, se enfoca en entender por qué ocurren y asegurarse de que no vuelvan a repetirse.
También es una práctica clave dentro de la Gestión de Servicios de IT (ITSM, por su siglas en inglés), donde trabaja en conjunto con otros procesos para mejorar la calidad y estabilidad del servicio. Además, es un concepto fundamental del marco ITIL.
Gestión de Problemas vs. Incidentes vs. Cambio vs. Solicitudes de Servicio
La Gestión de Problemas no es un proceso aislado dentro de ITSM. Por el contrario, trabaja en conjunto con otras prácticas como la Gestión de Incidentes, la Gestión de Cambios y la Gestión de Solicitudes de Servicio.
Pero acá es donde las cosas pueden volverse confusas. Es fácil mezclar problemas con incidentes, cambios o solicitudes, porque todos tienen que ver con “fallas” o necesidades dentro de IT. Por eso, veamos más de cerca en qué se diferencian realmente:
- Gestión de Incidentes: Se enfoca en responder a incidentes, que son interrupciones no planificadas o una disminución en la calidad de un servicio de IT. El objetivo es restaurar el servicio normal lo más rápido posible.
- Gestión de Problemas: Se enfoca en los problemas, que son las causas raíz de uno o más incidentes. La Gestión de Problemas busca identificar y eliminar esas causas para evitar que los incidentes se repitan.
- Gestión de Cambios: Administra los cambios en el entorno de IT de forma controlada para minimizar riesgos. Un cambio suele ser la incorporación, modificación o eliminación de algo que pueda afectar los servicios de IT (por ejemplo, implementar un parche o actualizar un servidor). En la práctica, muchas de las soluciones que surgen de la Gestión de Problemas implica iniciar un cambio para aplicarlas de manera segura.
- Gestión de Solicitudes de Servicio: Se encarga de las solicitudes de servicio, que son pedidos formales de los usuarios para algo que no implica una interrupción. Por lo general, son solicitudes rutinarias de información, accesos o servicios estándar (como pedir una nueva laptop o restablecer una contraseña).
“Hay que conectar los procesos —porque los usuarios no ven silos, solo quieren que las cosas funcionen.”
Brian Skramstad – ITSM Principal en Allianz Technology
¿Por qué es importante la Gestión de Problemas ITIL?
No es necesario seguir alinearse a ITIL para una buena Gestión de Problemas. Muchas organizaciones adoptan sus principios básicos sin implementar formalmente ningún marco, y eso está perfectamente bien. Cada equipo tiene su propia forma de trabajar, moldeada por sus objetivos, estructura y recursos.
Dicho esto, alinearse con ITIL puede ofrecer ventajas claras. Al ser el marco ITSM más reconocido a nivel mundial, ITIL proporciona una estructura comprobada y un lenguaje común que ayuda a estandarizar la forma en que los equipos abordan los problemas.
Al seguir las directrices de ITIL, las organizaciones pueden mejorar la colaboración, integrarse más fácilmente con otros procesos de ITSM y cumplir con los requisitos de cumplimiento de forma más eficaz. También facilita escalar la Gestión de Problemas a medida que la organización crece y lograr resultados más consistentes y medibles.
5 benefits of Problem Management
Ya sea que tu enfoque de Gestión de Problemas esté alineado con ITIL o no, adoptar este marco genera múltiples beneficios para una organización. Estos son cinco de los más importantes:
- Menos incidentes repetitivos y menos interrupciones. Al abordar las causas raíz de los incidentes, la Gestión de Problemas ayuda a reducir la frecuencia con la que se repiten los mismos errores. Esto disminuye el volumen de tickets y mejora la estabilidad de los servicios.
- Menos trabajo reactivo y menos estrés para los equipos de IT. Cuando los problemas se resuelven de raíz, los equipos pasan menos tiempo “apagando incendios”. Esto reduce la presión sobre el personal de soporte, evita el agotamiento y favorece un entorno laboral más productivo.
- Resolución más rápida de incidentes (MTTR más bajo). La Gestión de Problemas crea una base de conocimientos con errores conocidos y soluciones temporales. Así, cuando se repiten incidentes similares, los equipos pueden aplicar rápidamente esas soluciones, reduciendo los tiempos de resolución y el impacto en el negocio.
- Prevención de incidentes futuros. La Gestión de Problemas proactiva analiza tendencias para resolver problemas antes de que se conviertan en incidentes. Esto ayuda a evitar sorpresas desagradables.
- Mayor satisfacción de usuarios y clientes. Cuando los usuarios experimentan menos interrupciones (y ven que los problemas recurrentes se resuelven de forma definitiva), aumenta la confianza en el área de IT. Con el tiempo, esto mejora la reputación del equipo y se reflejan mejores resultados en encuestas de satisfacción.
Gestión de Problemas reactivo vs. proactivo
Existen dos formas principales de abordar la Gestión de Problemas: de manera reactiva (después de que ocurra el incidente) y de forma proactiva (antes de que ocurra). Ambas son esenciales, y la clave está en saber cuándo aplicar cada una.
La Gestión de Problemas reactiva entra en acción una vez que un incidente ya ha afectado a los usuarios. El objetivo es encontrar la causa raíz después del hecho y evitar que vuelva a suceder. La mayoría de los equipos comienzan con este enfoque, especialmente cuando enfrentan incidentes repetitivos o críticos. Sin embargo, si es la única estrategia implementada, puede generar más tiempo de inactividad y estrés.
La Gestión de Problemas proactiva, en cambio, se enfoca en detectar posibles fallas antes de que generen interrupciones. Mediante el análisis de tendencias, el monitoreo de sistemas y la mejora de puntos débiles, los equipos de IT pueden evitar incidentes por completo. Este enfoque se vuelve más común a medida que las organizaciones maduran, y es especialmente valioso en entornos donde incluso las pequeñas interrupciones tienen un gran impacto.
“Si no puedes medirlo, no puedes gestionarlo. Y si no puedes gestionarlo, sólo estás reaccionando.”
Brian Skramstad – ITSM Principal en Allianz Technology
En la práctica, los mejores resultados se obtienen al combinar ambos enfoques. Reacciona ante lo que ya está fallando, pero también dedica tiempo a fortalecer tus sistemas y evitar que los problemas se repitan.
¿Cuál es el proceso de Gestión de Problemas?
La Gestión de Problemas suele seguir un proceso estructurado con etapas definidas. Aunque los pasos específicos pueden variar ligeramente entre organizaciones (y marcos de trabajo), las actividades principales suelen ser similares. A continuación, te mostramos cómo es típicamente este proceso:
#1: Identificación del problema
Todo comienza aquí. Se detecta un problema cuando la mesa de ayuda nota incidentes recurrentes o cuando el monitoreo proactivo revela una posible falla. El objetivo es señalar cualquier situación que podría tener una causa raíz que valga la pena investigar.
#2: Registro del problema
Una vez identificado, el problema se registra formal y preferiblemente en una herramienta de ITSM. Se incluyen todos los detalles relevantes: síntomas, servicios afectados, incidentes relacionados y marcas de tiempo, garantizando la trazabilidad a lo largo del proceso.
#3: Clasificación y priorización
Luego, los problemas se clasifican por categoría (por ejemplo, red, base de datos) y se priorizan según su urgencia e impacto en el negocio. Esto ayuda a los equipos a enfocarse en cuestiones más importantes y gestionar su carga de trabajo de manera eficiente.
#4: Análisis de causa raíz
Este es el corazón del proceso. El equipo investiga el problema utilizando métodos como la revisión de registros o la técnica de los “5 porqués” para descubrir la causa real del inconveniente. Si existe una solución temporal, se documenta para reducir la interrupción mientras se trabaja en una solución definitiva.
#5: Error conocido y solución temporal
Si se identifica la causa raíz (o al menos una solución temporal), el problema se convierte en un error conocido. Esta información se documenta para que la mesa de ayuda pueda resolver incidentes similares de forma más rápida en el futuro.
#6: Resolución del problema
Cuando ya se tiene una solución definitiva, el equipo la implementa (generalmente a través de una solicitud de cambio formal). Luego de aplicar la solución, se verifica que el problema esté completamente resuelto y que no queden incidentes relacionados abiertos.
#7: Cierre
Una vez confirmada la solución, se actualiza y se cierra el registro del problema. Este paso incluye documentar la resolución final y asegurarse de que todos los incidentes vinculados también hayan sido gestionados.
#8: Revisión posterior
Algunas organizaciones incluyen una etapa final para revisar cómo se gestionó el problema. Esta instancia de reflexión permite mejorar el proceso, detectar oportunidades de mejora y registrar lecciones aprendidas para el futuro.
Ejemplos de Gestión de Problemas
Para entender mejor cómo funciona la Gestión de Problemas en la práctica, veamos algunos ejemplos simplificados.
- Corte recurrente de una impresora. La impresora de un departamento falla constantemente, generando múltiples incidentes. IT registra un problema, identifica que la tarjeta de red está defectuosa, la reemplaza y resuelve el problema de forma definitiva.
- Interrupción general de internet. Docenas de usuarios reportan problemas de conectividad. IT relaciona los incidentes con una falla del router, aplica un parche al firmware y cierra tanto el problema como los incidentes asociados.
- Mantenimiento proactivo del servidor. El monitoreo detecta un disco fallando en un arreglo RAID antes de que afecte a los usuarios. IT registra el problema y reemplaza el disco, evitando cualquier interrupción.
El rol del gestor de problemas
El gestor de problemas es responsable de supervisar todo el ciclo de vida de los problemas dentro del entorno de IT, desde la identificación hasta la resolución. Su objetivo principal es asegurarse de que las causas raíz de los incidentes se investiguen adecuadamente, se documenten y se resuelvan de manera definitiva.
Sus responsabilidades clave incluyen:
- Supervisar todo el ciclo de vida del problema, desde el registro hasta el cierre.
- Priorizar y gestionar la lista de problemas pendientes según su impacto y urgencia.
- Coordinar las investigaciones con los equipos técnicos y las partes interesadas.
- Colaborar con los equipos de Gestión de Incidentes y Gestión de Cambios.
- Mantener la Base de Errores Conocidos (KEDB, por sus siglas en inglés).
- Analizar tendencias y generar informes para mejorar los procesos.
InvGate Service Management como tu software de Gestión de Problemas
Contar con el software adecuado puede marcar una gran diferencia al implementar la Gestión de Problemas de manera efectiva. InvGate Service Management es un ejemplo de herramienta ITSM que brinda un sólido soporte para esta práctica (junto con Gestión de Incidentes, Cambios, Activos y otras prácticas alineadas con ITIL). Así es como lo hace:
- Alineado con ITIL e integrado por completo: InvGate Service Management ofrece un módulo de Gestión de Problemas certificado por ITIL (PinkVERIFY y PeopleCert) e integrado perfectamente con el resto de los procesos de ITSM. Esto significa que los tickets de problemas, incidentes y solicitudes de cambio conviven en un mismo sistema.
- Flujo de trabajo optimizado para problemas: Nuestra plataforma ayuda a automatizar y estructurar el proceso de Gestión de Problemas. Te guía en cada paso: desde la identificación y el registro del problema, hasta el análisis de causa raíz y la implementación de una solución definitiva.
- Identificación proactiva de problemas: InvGate Service Management facilita la detección temprana de problemas. Al analizar datos de incidentes y detectar patrones, la herramienta puede señalar problemas recurrentes que valga la pena investigar.
- Vinculación de incidentes y actualizaciones masivas: Puedes vincular múltiples incidentes a un solo problema. Cuando actualizas el problema (por ejemplo, agregando una solución temporal), esa información puede compartirse automáticamente con todos los incidentes vinculados.
- Integración con la base de conocimientos: Nuestra plataforma permite documentar causas raíz y soluciones temporales como errores conocidos. Esta información se puede compartir internamente con los equipos de soporte o poner a disposición de los usuarios finales en el portal de autoservicio.
- Automatización y asistencia con IA: Puedes usar reglas automáticas para escalar tickets, enviar notificaciones o guiarlos por flujos de trabajo personalizados. Además, las sugerencias con IA pueden recomendar artículos relevantes de la base de conocimientos o tickets anteriores para ayudar a resolver problemas más rápido.
- Reportes y analítica: InvGate Service Management incluye tableros para monitorear métricas clave como la cantidad de problemas abiertos y resueltos, el tiempo promedio de resolución y la relación entre incidentes y problemas. Estos datos son fundamentales para mejorar y demostrar el impacto de la Gestión de Problemas en tu organización.
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